Estos cuencos cantores tibetanos están hechos a mano durante y directamente bajo la luz de la luna llena, estos cuencos aprovechan la energía sutil de la luna para proporcionar vibraciones curativas extraordinarias y duraderas. Su calidad de sonido de alta energía es verdaderamente hermosa y única.
Hecho a mano solo una vez por luna llena en el valle de Katmandú por artistas de la quinta y sexta generación de artesanos de cuencos cantores. Cada cuenco presenta hermosos detalles tallados a mano que incluyen un sello exclusivo de “Full Moon Singing Bowl”, el mantra de la compasión en la escritura tibetana y la marca de su creador.
Estos cuencos tibetanos se eligen cuidadosamente mediante pruebas de sonido para garantizar sus propiedades curativas. Estas exclusivas obras maestras de curación están hechas cuidadosamente para obtener sonidos potentes y duraderos. Tradicionalmente, los cuencos estaban hechos de siete metales sagrados, correspondientes a los siete planetas. Los lamas más altos usaron estos cuencos tibetanos como ofrendas rituales a sus dioses y deidades, y algunos creen que los lamas más altos usaron estos cuencos para rituales para viajar a otro nivel de conciencia, pero estaba prohibido hablar de estos cuencos, incluso dentro de los mismos monasterios.